La alimentación, y específicamente la lactancia materna, es un factor de suma importancia para el correcto desarrollo de todo ser humano dentro de sus primeros meses de vida.

Existen una gran cantidad de fórmulas infantiles, las cuales pueden venir en diversas presentaciones, como lo son en polvo, como líquidos concentrados o en bebidas listas para consumirse; sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que la lactancia materna es la alimentación óptima.

La lactancia materna es la opción más segura para poder garantizar una buena salud ya que contiene todas las vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas de fácil digestión que los bebés necesitan.

Por este motivo y con el fin de impulsar e incentivar la lactancia materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) instauraron oficialmente en 1992 la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

¿Cuándo es la Semana Mundial de la Lactancia Materna?

Año con año del 1 al 7 de agosto se celebra en todo el mundo la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Este movimiento social fue tomando forma luego de que más de 120 países decidieran unir esfuerzos para la protección, el fomento y el apoyo de la lactancia materna.

Cada año se elige un tema central, siendo este 2022 el de la iniciación temprana a la lactancia materna. 

Y es que, no sólo es importante asegurar que la lactancia materna se mantenga como el principal tipo de alimentación infantil al menos hasta los 12 o 24 meses de edad, sino que también se ha descubierto que es clave el implementarla lo más pronto posible para la supervivencia del propio bebé.

De acuerdo a un estudio publicado en la revista médica Pediatrics en el año 2006, es posible evitar el 16% de las muertes de niños pequeños si desde el primer día de vida se comienza con la lactancia materna exclusiva como fuente de alimentación, pero lo más sorprendente es que esta cifra aumenta hasta el 22% si la lactancia materna exclusiva comienza durante la primera hora después del nacimiento del bebé.

De hecho, la UNICEF calcula que la lactancia materna exclusiva hasta la edad de seis meses puede evitar anualmente el fallecimiento de hasta 1,3 millones de niños y niñas menores de cinco años.

¿Qué es la lactancia materna exclusiva?

La lactancia materna exclusiva, también abreviada como LME es un tipo de alimentación infantil que consiste en que el recién nacido se alimente solamente de leche materna y de ningún otro alimento sólido o líquido, como las fórmulas infantiles.

De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y a la Organización Mundial de la Salud, este tipo de alimentación infantil debe mantenerse por lo menos durante los primeros 6 meses de vida del bebé, siendo ofrecida siempre a libre demanda. 

Dentro de la lactancia materna exclusiva se puede llegar a permitir el consumo de alguna solución rehidratante, vitaminas, minerales o medicamentos, siempre y cuando hayan sido prescritos por un médico pediatra certificado y bajo casos muy específicos que sólo el médico especialista podrá determinar.

¿Por qué es tan importante la lactancia materna?

Si bien, en la actualidad las fórmulas infantiles pueden ser de gran ayuda cuando la madre tiene algún problema de producción de leche, e incluso pueden utilizarse como alimentos complementarios a la leche materna, los nutrientes que provee la lactancia materna son superiores.

Y es que, los efectos positivos que tiene la leche materna en la salud de todo neonato van más allá de ser una fuente de hidratación y de brindar todos los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse, sino que también trae beneficios emocionales y psicológicos para madre e hijo.

La lactancia materna y la salud del bebé

Enfocándonos en la salud del recién nacido, la lactancia materna vuelve al bebé menos vulnerable a las enfermedades, al proveerlo de factores de crecimiento, anticuerpos vitales y estimular la inmunidad, a tal grado de ser considerada incluso la primera vacuna que recibe un recién nacido.

Además de favorecer que el sistema inmunológico del recién nacido se desarrolle plenamente, la lactancia materna protege al bebé de enfermedades infecciosas, evita el estreñimiento y crea un menor riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita, la cual ocurre sin causa aparente en un bebé saludable, por lo general durante el sueño.

Los factores que ponen a la lactancia materna por encima de otros tipos de alimentación se pueden llegar a extender tiempo después de la etapa infantil, pues incluso disminuye el riesgo de padecer obesidad cuando el niño llega a adulto.

Algunos otros de los beneficios de la lactancia materna para el bebé son:

  • Gracias a los anticuerpos presentes en la leche materna, se puede llegar a disminuir la frecuencia de algunas enfermedades prevalentes en la infancia, como lo son la diarrea, alergias, asma o incluso algunas infecciones respiratorias.
  • Reduce el riesgo de que el bebé tenga un bajo peso o presente desnutrición.
  • Al ser un alimento de muy fácil digestión, la lactancia materna ayuda a disminuir la frecuencia e intensidad de los cólicos del bebé.
  • Contiene la cantidad adecuada de líquidos y electrolitos suficientes para la hidratación del recién nacido.
  • Ofrece una gran biodisponibilidad de hierro, calcio, magnesio y zinc, elementales para el correcto crecimiento.
  • La lactancia materna favorece el buen desarrollo emocional e intelectual del recién nacido y previene problemas de salud mental a futuro.
  • Sus benéficos efectos en la salud se extienden a largo plazo, pues la lactancia materna disminuye la probabilidad de desarrollar en la edad adulta enfermedades crónicas como lo son las cardiovasculares, diabetes tipo 1 y tipo 2, leucemia e hipercolesterolemia.
  • Ayuda a reducir el riesgo de caries dental, así como a disminuir la probabilidad de tener que realizar tratamientos de ortodoncia en la infancia o en la adolescencia.

¿Cómo beneficia la lactancia a la mamá?

Además de impactar en el recién nacido, la lactancia materna también repercute de forma positiva en la salud de la mujer.

Una de las principales ventajas que brinda la lactancia a la madre es que promueve que el útero o la matriz se contraiga de forma más rápida a su tamaño original, previniendo hemorragias posparto. Además, la lactancia favorece la pérdida del peso ganado durante los meses de embarazo.

Debido a la menor exposición a los estrógenos que recibe la mujer lactante, existe un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y de padecer diabetes.

Otros de los beneficios de la lactancia materna son que disminuye el índice de riesgo de padecer cáncer de mama, así como de cáncer de ovarios, reduce el riesgo a  padecer anemia ferropénica e incluso protege contra la disminución de la densidad de masa ósea u osteoporosis.

Beneficios emocionales y sociales de la lactancia materna

Dentro de los múltiples beneficios de la lactancia materna en la salud, la lactancia genera un vínculo muy fuerte entre la madre y el bebé en la esfera emocional. Se ha encontrado que la lactancia ayuda a reducir el estrés, promueve la liberación de hormonas como la endorfinas, impactando en la reducción de la presión arterial de la madre. 

En el área de la salud pública, la lactancia materna disminuye sustancialmente los gastos erogados en la atención y tratamiento de enfermedades neonatales, y en los padres de familia reduce los gastos destinados a consultas médicas y medicamentos, así como a fórmulas y biberones.

Mitos sobre la lactancia materna

Aunque debido a las creencias y falta de acceso a la información, antes era más frecuente escuchar diversos mitos acerca de la lactancia materna, éstos no se han erradicado del todo en la actualidad.

Al día de hoy, todavía es común escucharlos, por lo que es necesario derribarlos para eliminar prejuicios e incluso conceptos negativos sobre este tipo de alimentación.

Mito 1: La lactancia materna deforma los senos.

Realidad: La mayoría de los cambios más importantes en el cuerpo de la mujer ocurren durante la etapa del embarazo. Factores como la edad, bajar o subir de peso, factores genéticos, entre otros son los que determinarán el tamaño o forma actual de los senos.

Mito 2: El calostro no alimenta porque no tiene muchos nutrientes.

Realidad: De hecho esto ocurre al contrario, pues el calostro (la primera leche que se produce cuando se está iniciando la lactancia materna, es el alimento ideal para un recién nacido). El calostro es sumamente concentrado, está lleno de proteínas y nutrientes, es bajo en grasa y fácil de digerir, por lo que solamente una pequeña cantidad de él puede ayudar a saciar el estómago del bebé.

Mito 3: Si tu talla de busto es pequeña, entonces vas a producir poca leche para tu bebé.

Realidad: los pechos o mamas están compuestas de tejido glandular, que en términos generales es la parte de las mamas encargada de producir la leche materna. Este tejido glandular es independiente al tamaño de la mama, el cual variará de acuerdo a la cantidad y tamaño de células adiposas.

Mito 4: Dar pecho o lactancia materna siempre debe de doler.

Realidad: Incorrecto, aunque la lactancia materna puede causar en ciertas ocasiones algo de incomodidad en la madre, este proceso no debería de doler y por lo general es un signo de mala posición o mal agarre o incluso alguna infección o problemas en la mama.

Mito 5: En cada toma que se haga se tienen que dar siempre los dos pechos.

Realidad: Falso. De hecho, lo más recomendable a la hora de amamantar es que el primer pecho que se le da a bebé se vacíe por completo antes de ofrecer el otro pecho, esto con el fin de que el bebé pueda obtener la leche más rica en grasas (la cual sale al final), lo cual también ayudará a que se mantenga la cantidad adecuada de producción de leche. Muchos bebés sólo toman un pecho en cada toma, lo cual es totalmente normal.

Ahora que ya conoces los principales beneficios de la lactancia materna no dudes en consultar todas tus inquietudes con tu médico de cabecera para que recibas toda la información importante en tu proceso para convertirte en mamá.

Dr. Mario Garza Garza
Dr. Mario Alberto Garza Garza
Especialidad Ginecología y Obstetricia / Sub Esp. Biología de la Reproducción Humana Maestría en Investigación Clínica / UdeM · UAdeC · UNAM
Certificado por el Consejo de Ginecología y Obstetricia, A.C.

C. Prof. 7863711 · C. Esp. 12467396 C · C. Maest. 12640366 · C. Sub Esp. 12926484

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